Uno de los grandes problemas que he tenido al enseñar este tema es que los estudiantes confunden esta parte con la problemática de las aplicaciones. Si pues las aplicaciones son también contribuciones, contribuciones a mejorar el estilo de vida de las personas, pero en esta oportunidad se trata de ver las contribuciones de la siguiente manera, cómo abordó la perspectiva el objeto de estudio de la psicología y llegaron a conclusiones válidas e importantes (aunque realmente considero que esta confusión se da porque no se entiende adecuadamente la temática).
La contribución al estudio científico de la conducta busca mostrarnos si es que esta perspectiva de alguna u otra manera ha podido ofrecer ciertas formas o medios de estudiar la conducta y relacionarla, de manera más científica y sistemática, con cuestiones fisiológicas.
Es gracias a este desarrollo de la perspectiva que podemos decir que lo que pasa en nuestros cuerpos tiene un efecto concreto en nuestra conducta. Tenemos algunos ejemplos:
La relación de la genética y el comportamiento, por ejemplo estudios de gemelos idénticos, de gemelos dizigóticos y de hijos adoptivos.
La relación de neurotrasnmisores y el comportamiento, estudios realizados con casos de depresión, bipolaridad, trastornos de ansiedad, risa, felicidad, agresividad, etc.
La relación de daños cerebrales y comportamiento, los casos concretos de Afasia de Wernicke o de Brocca, la función de los lóbulos cerebrales como el occipital con la nosognosia visual, o el lóbulo parietal con la apraxia, o el efecto de las drogas en el cererbo y por ende en el comportamiento.
La relación de las hormonas con el comportamiento, por ejemplo la testosterona y el estrogeno, hormonas sexuales que tienen una acción directa sobre los cambios en la adolescencia.
A todas estas posibilidades, debo admitir que, no podemos dejar de lado dos cuestiones sumamente importantes en el desarrollo del estudio de la conducta, desde esta perspectiva, una de ellas es el estudio experimental usando hipótesis y trabajando experimentos en donde se pueden encontrar graves faltas éticas. Experimentos con cerebros o con genética en animales o con uso de drogas inclusive. La segunda es el uso de una variedad de métodos tanto cuantitativos como cualitativos, cuantitativamente se pueden usar temas como la medición de los efectos en personas que sufren de cierta lesión cerebral común, o cualitativamente podemos estudiar en trato directo con aquellas personas y preguntarles qué piensan, sienten o quieren.
Creo que el tema está planteado, me encantaría que en esta oportunidad empecemos discutiendo o mejor dicho fundamentando cada una de las contribuciones acá anotadas, e inclusive si creemos que hay otras contribuciones que no hemos comentado es el momento de hacerlo (por supuesto seguida de una breve explicación), elijamos un estudio empírico o una investigación científica que refuerce estas contribuciones.
Al mismo tiempo, me gustaría que planteemos la pregunta, son estos estudios, los que hemos elegido, los que han ayudado a reafirmar o validar los aportes de la perspectiva biológica.
martes, 25 de mayo de 2010
sábado, 22 de mayo de 2010
La perspectiva biológica: Contexto histórico y cultural
En este mes hemos estado trabajando la perspectiva biológica del comportamiento y hemos clasificado nuestro trabajo desde aspectos básicos como el contexto histórico y cultural que permitió el desarrollo de esta perspectiva hasta las aplicaciones sociales y psicológicas de las teorías y hallazgos sucedidos en esta perspectiva.
Mi intención, en esta oportunidad, es discutir aquellos hechos o situaciones históricas o culturales que han permitido el desarrollo de la perspectiva biológica, cuáles de estos han hecho que, hoy en día, esta perspectiva sea tan importante y sobre todo popular en la mayoría de discusiones sobre el entendimiento y tratamiento de los comportamientos.
Entre algunos de los hechos o situaciones, que creo, que pudieron ayudar a esta perspectiva y a su actual y expectante situación se encuentran:
El antiguo, pero siempre contemporáneo, dilema entre la mente y el cuerpo.
La aparición de las teorías evolucionistas y todas sus implicaciones posteriores.
El desarrollo de la investigación sobre el cerebro hasta el logro de tecnologías que permiten el escaneo cerebral.
El desarrollo de la investigación sobre neurología.
Los avances en la investigación sobre el ADN y la genética.
Los estudios de lateralización y localización de funciones cerebrales.
La influencia del mundo occidental.
La influencia del método científico.
No se puede negar que el debate sobre si es la mente o es el cuerpo el que determina el comportamiento siempre estará presente, imagínenese el realismo de las ideas de Platón o el realismo de Aristóteles, no olvidemos los aportes de Descartes con su dualismo y la opción del empirismo inglés de Locke. Todos estos acompañados de los monismos o dualismos teóricos o científicos.
Evadir la fuerza transformadora de las teorías evolucionistas como la de Lamarck, Darwin o sus diferentes réplicas no nos ayuda en nada, mas bien debemos decir que estas abrieron puertas para la investigación científica del comportamiento y de las capacidades del ser humano, como la emoción, el pensamiento, las relaciones entre sus pares, así como las preguntas sobre si el comportamiento está ligado a la especie o es hereditario.
Acaso no es cierto que las lobotomías, que tenían un propósito, discutible o no, iniciaron un proceso, tal vez sin querer, de estudio sobre la relación entre cerebro y comportamiento. Este mismo proceso inciado de casualidad o con objetivos distintos se confirman con los distintos métodos tecnológicos, no invasivos, para estudiar el cerebro y su funcionamiento, como los rayos X, los encefalogramas, las tomografías, resonancias, etc. A toda esta tecnología acompáñenle los descubrimientos de Wernicke, Brocca, Sperry y Gazzaniga sobre los lóbulos cerebrales y los hemisferios cerebrales. Como la localización de funciones y la lateralización que de cierta forma logran responder preguntas clave.
También hay que reconocer que el desarrollo científico de los últimos tiempos han propiciado que algunas ciencias se desarrollen a tal punto que nos hayan proporcionado nuevas pistas para explicar el comportamiento, como la neurología y todas sus relaciones o la genética y sus hallazgos sobre el ADN (con todo lo que esto implica)
El mundo occidental y su tendencia a lo científico también han dado su granito de arena, no hay duda que la preocupación por responder todas las dudas o la necesidad de estar seguros o de probar lo que creemos son elementos que la ciencia nos ha permitido tener.
En verdad todos estos aspectos han influido, pero la pregunta que les quiero hacer es ¿cuál creen ustedes que es la más importante? y ¿por qué?
Mi intención, en esta oportunidad, es discutir aquellos hechos o situaciones históricas o culturales que han permitido el desarrollo de la perspectiva biológica, cuáles de estos han hecho que, hoy en día, esta perspectiva sea tan importante y sobre todo popular en la mayoría de discusiones sobre el entendimiento y tratamiento de los comportamientos.
Entre algunos de los hechos o situaciones, que creo, que pudieron ayudar a esta perspectiva y a su actual y expectante situación se encuentran:
El antiguo, pero siempre contemporáneo, dilema entre la mente y el cuerpo.
La aparición de las teorías evolucionistas y todas sus implicaciones posteriores.
El desarrollo de la investigación sobre el cerebro hasta el logro de tecnologías que permiten el escaneo cerebral.
El desarrollo de la investigación sobre neurología.
Los avances en la investigación sobre el ADN y la genética.
Los estudios de lateralización y localización de funciones cerebrales.
La influencia del mundo occidental.
La influencia del método científico.
No se puede negar que el debate sobre si es la mente o es el cuerpo el que determina el comportamiento siempre estará presente, imagínenese el realismo de las ideas de Platón o el realismo de Aristóteles, no olvidemos los aportes de Descartes con su dualismo y la opción del empirismo inglés de Locke. Todos estos acompañados de los monismos o dualismos teóricos o científicos.
Evadir la fuerza transformadora de las teorías evolucionistas como la de Lamarck, Darwin o sus diferentes réplicas no nos ayuda en nada, mas bien debemos decir que estas abrieron puertas para la investigación científica del comportamiento y de las capacidades del ser humano, como la emoción, el pensamiento, las relaciones entre sus pares, así como las preguntas sobre si el comportamiento está ligado a la especie o es hereditario.
Acaso no es cierto que las lobotomías, que tenían un propósito, discutible o no, iniciaron un proceso, tal vez sin querer, de estudio sobre la relación entre cerebro y comportamiento. Este mismo proceso inciado de casualidad o con objetivos distintos se confirman con los distintos métodos tecnológicos, no invasivos, para estudiar el cerebro y su funcionamiento, como los rayos X, los encefalogramas, las tomografías, resonancias, etc. A toda esta tecnología acompáñenle los descubrimientos de Wernicke, Brocca, Sperry y Gazzaniga sobre los lóbulos cerebrales y los hemisferios cerebrales. Como la localización de funciones y la lateralización que de cierta forma logran responder preguntas clave.
También hay que reconocer que el desarrollo científico de los últimos tiempos han propiciado que algunas ciencias se desarrollen a tal punto que nos hayan proporcionado nuevas pistas para explicar el comportamiento, como la neurología y todas sus relaciones o la genética y sus hallazgos sobre el ADN (con todo lo que esto implica)
El mundo occidental y su tendencia a lo científico también han dado su granito de arena, no hay duda que la preocupación por responder todas las dudas o la necesidad de estar seguros o de probar lo que creemos son elementos que la ciencia nos ha permitido tener.
En verdad todos estos aspectos han influido, pero la pregunta que les quiero hacer es ¿cuál creen ustedes que es la más importante? y ¿por qué?
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